“Qué formas de la música occidental se han convertido en  una paráfrasis de la memoria. Pero la memoria podría operar como bien de otros medios. En “Memorias Triadic” una de mis nuevas piezas para piano, (compuesta justo después de Patterns in a Chromatic Field) donde hay una sección de los diferentes tipos de acordes en los que todo el mundo se repite lentamente. Un acorde se debe repetir tres veces, otros siete u ocho veces – que dependían de mis sentimientos acerca de lo que durarían. Tan pronto llegó a un nuevo acorde, se me olvidó el acorde previo. Entonces reconstruí toda la sección, la reordenación del progreso anterior, cambiando el número de repeticiones de un determinado acorde. Esta forma de trabajar fue un intento consciente de “formalizar” la desorientación de la memoria. Los acordes se escuchan, se repiten sin ningún patrón apreciable. En esta regularidad (incluso si hay leves gradaciones de tiempo), hay una insinuación: lo que queremos decir es funcional y direccional, sin embargo nos damos cuenta de pronto esto es sólo una ilusión, un poco como entrar en las calles de Berlín, donde todos los edificios tienen un aspecto similar, incluso si no lo son.

El sonido fue y sigue siendo el protagonista principal de mi trabajo. Creo que me pongo al servicio de mis sonidos, escucho, hago lo que me dicen, no lo que yo les digo. Es porque les debo mi vida, ¿sabes? Nos dieron una vida”.

Así básicamente trabajo con tres notas. Por supuesto, tenemos que utilizar otras notas. Pero las otras notas son como notas de fondo como las sombras. Por lo tanto, todo lo que necesito que decidir es en lo que voy a empezar con notas cromáticas. Después de unos años, he añadido una cuarta nota. (…) Se puede hacer dos cosas en la música: o se involucra en cambio, lo que significa en términos simples que variar la música, o está en la repetición. (…) Estoy interesado en este tipo de música a la que particularmente discreta: Tengo lo mismo que yo le añadiría atrás, pero sólo una nota. O, estoy de vuelta y me tomo dos notas. Y yo vario notas y mantendría el ritmo, pero muy sutilmente. (…) En otras palabras, no creó la música: ya está allí y la conversación con mis materiales, ¿sabes?

La razón por la cual se dio cuenta de mi música es que quería mantener el control de silencio. De hecho, cuando se escucha, no tienes idea de cómo es rítmicamente complicada en el papel. Esta flota. Sobre el papel, parece como si fuera el ritmo. Este no es el caso. Es solo la duración. “

Morton Feldman, “Escritos y Letras.” Jean-Yves Bosseur Danielle Cohen-Levinas (elección de textos por). L’Harmattan, 2008